¿Prohaitianismo es igual a ser un iluso?

Siempre va existir un grupo prohaitiano. El desear que no existan los prohaitianos (que sería lo mejor aunque nunca va pasar) es ignorar que han existido dominicanos prohaitianos en todos los tiempos en los que ha existido Haití.

Cuando era la colonia francesa de Saint-Domingue existía un sentimiento en apoyo de los esclavos de allá, aunque para ese tiempo no le habían hecho nada a los dominicanos y eso explica el nulo rechazo. El que sí había era contra los franceses y ese rechazo a ellos viene desde España y, además,  porque ellos fueron quienes se asentaron en el noroeste de la isla dominicana y terminaron adueñándose de ella.* Siempre fueron desalojados por las milicias dominicanas y se hubiera prevenido que se asentarán más en el noroeste de Santo Domingo e incluso de la Tortuga si se hubieran colocado puestos militares con una duración permanente en esa costa e isla adyacente. Desgraciadamente, los franceses eran como la yerba mala que nunca muere y si la dejan, volverá y se multiplicará. Cada vez que las milicias dominicanas cumplían con destruir todos los asentamientos de los franceses y expulsarlos de la isla, volvían a Santo Domingo dejando aquella costa sin dominicanos de nuevo. Los franceses volvían a asentarse y así se la pasaron una y otra vez. Con la perseverancia siempre se obtiene lo que se quiere.

Tres ejemplos del rechazo que les tenían los dominicanos a los franceses mas no a los esclavos de los franceses.

1| Cuando los dominicanos invadieron el noroeste de la isla creo fue en 1691 en represalia a una invasión del año anterior que hicieron los franceses al Cibao y llegaron hasta Santiago destruyéndolo todo e incendiaron cada pueblo al que captaron, los dominicanos se enfocaron en destruirles las propiedades de los franceses y a los mismos colonos franceses mas no a sus esclavos. Estos últimos fueron tomados por los dominicanos y conducidos más al este donde estaba asentada la población dominicana y en vez de mantenerlos en la esclavitud, les dieron su libertad. Los franceses en recordatorios de los desastres que les hicieron los dominicanos en esa incursión que llegó hasta el Guárico (Cabo Francés, hoy Cabo Haitiano) e incluyó varias batallas incluyendo la de la sabana Real de la Limonada, deciden cambiarle el nombre al río Dajabón a río Masacre. Ese cambio de nombre lo mantenían solo los franceses porque los dominicanos siguen llamándolo por su nombre taíno, Dajabón.

2| La villa de San Lorenzo de Los Mina (hoy es Los Mina en Santo Domingo Este, lo único que queda de la época colonial es la iglesia cerca del río Ozama) fue fundada con algunos ex-esclavos dominicanos y mayormente ex-esclavos de los franceses que en su mayoría eran de la étnia africana mina, quienes habían huído de algunas plantaciones dominicanas en la hoya de Enriquillo y de plantaciones de los franceses en el Cul-de-sac haitiano** donde eran esclavos al maniel de la sierra de Bahoruco***. Los ex-esclavos dominicanos podían escaparse para esa sierra porque por lo general, cuando se iban para las montañas sus dueños no los perseguían ya que era demasiado trabajo, siempre se limitaban al valle. Los ex-esclavos de los franceses la tenían peor porque los franceses les caían atrás incluso cuando se iban a las montañas, pero no podían seguirlos a la parte dominicana, por lo que cada esclavo que huía para la parte dominicana y cruzaba la frontera estaba a salvo que sus dueños franceses no los atrapara y los volvía a someter a la esclavitud. Ellos también se subieron a la sierra de Bahoruco y se juntaron con los pocos ex-esclavos dominicanos.

La presencia de todos estos negros en la sierra era una preocupación para los hacendados y dueños de plantaciones en la hoya de Enriquillo porque en las noches bajaban algunos negros para robar en las distintas plantaciones y hatos (no era hurto de materiales en las casas sino se robaban racimos de plátanos, huevos de las gallinas e incluso las gallinas misma -sin lugar a duda para comérselas-, ganado vacuno, etc). La queja de los hacendados llegó a Santo Domingo y las autoridades respondieron con que era imprescindible desalojar a todos los negros que estaban en la sierra de Bahoruco. Fueron representantes de la autoridad y milicias desde Santo Domingo hasta el Bahoruco con el propósito de desalojarlos aunque no por la fuerza (yo diría al principio, porque ¿para qué llevar milicias si no iba haber violencia?; los negros aceptaron irse por las buenas y no se tuvo que recurrir a obligarlos por las malas porque de que iban a desalojar la sierra era sí o sí). Las autoridades propusieron que a ningunos de los negros se le iba volver a someter a la esclavitud y que debían bajar de la sierra y asentarse como conuqueros/agricultores. Los ex-esclavos dominicanos eran de asentarse en la hoya de Enriquillo y los ex-esclavos de los franceses eran de hacer lo mismo pero en el Cul-de-sac. Los negros dominicanos aceptaron la propuesta aunque los negros franceses se opusieron rotundamente volver a la parte francesa. El miedo de ellos era que no se podía confiar en las promesas de los franceses porque a cada rato decían una cosa y hacía lo opuesto.  Por lo que promesas de no volverlos a someter a la esclavitud eran palabras que se lo llevaba el viento. También se opusieron establecerse en la parte dominicana cerca de la frontera por el mismo miedo que tarde o temprano los franceses la iban a penetrar para capturarlos, llevarlos de nuevo a la parte francesas y convertirlos en esclavos.

Fíjate en lo siguiente porque esto era posible por el simple hecho que los dominicanos no les tenían rechazo a los negros de los franceses. Si la hubieran tenido los hubieran obligados a volver a la parte francesa. Como la sierra no debía continuar teniendo a negros en el maniel, las autoridades propusieron que los iban a dejar establecerse más cerca de Santo Domingo donde había una presencia militar constante siendo que allí se asentaba el gobierno colonial. Los iban a dejar asentarse lo lejos suficiente de Santo Domingo para que los negros no se sintieran que los controlaban los dominicanos en la capital, sin embargo lo cerca lo suficiente que si llegaban franceses queriendo obligarlos a ir a la parte francesa y someterlos a la esclavitud, la milicia pudiera llegar lo más pronto posible desde Santo Domingo y combatir a los franceses. Aceptaron esa propuesta tanto los negros dominicanos como los negros de los franceses. San Lorenzo de los Mina se funda con todos los negros que estaban en el maniel de la sierra de Bahoruco.

3| Cuando comenzaron los disturbios en la planicie norte de Haití (que es una continuación del valle del Cibao, solo que allí colinda con el mar y no es un valle propiamente dicho), muchos de los esclavos de los franceses que se habían alzados huyeron para la parte dominicana. Entre ellos habían personas como Toussaint Loverture, Jean Jacques Dessalines, Jean François entre otros. Todos ellos fueron aceptados como soldados en la milicia dominicana (española) con generales dominicanos (españoles). En una ocasión utilizando solo a los ex-esclavos de los franceses y liderado por generales y sargentos dominicanos (incluyendo a uno de apellido Montalvo), se dirigieron a la parte francesa y llegaron al pueblo de Fort Dauphin (hoy Fort Liberté, antes de eso y de ser colonia francesa era donde estaba la villa del Puerto Real de Bayajá, la cual fue destruida en 1606 por las devastaciones de Osorio y sus habitantes fueron removidos junto con los de San Juan de la Maguana para fundar un pueblo nuevo más cerca de Santo Domingo que llamaron Bayaguana -Baya de Bayajá y guana de Maguana).

Hay un relato de un francés que está en «Facing Racial Revolution: Eyewitness Accounts of the Haitian Insurrection» por Jeremy P Popkins sobre la Revolución Haitiana. El relato es una carta de un francés que vivía en Fort Dauphin y fue testigo de lo que ocurrió cuando llegó la milicia dominicana con generales dominicanos y soldados haitianos. Los soldados rodearon al pueblo atrapando a todos los franceses en el mismo. Los generales dominicanos se colocaron en lugares estratégicos en las afueras del pueblo con órdenes de frenar a cualquier francés que intentara huir del pueblo y obligarlos a volver al mismo. Luego los soldados haitianos comenzaron a descender al pueblo masacrando a todos los franceses que encontraban sin importar sexo o edad. Según dice el francés que fue de los pocos que por un milagro evitó ser asesinado, que vio a muchos franceses que socorrían a los generales dominicanos para que los salvara y evitara que fueran asesinados, y los generales dominicanos no les hacían caso y los empujaban de nuevo al pueblo donde los haitianos estaban asesinando a cada francés que encontraban. Incluso, él menciona en la carta que muchos de los generales eran tan blancos como los franceses y eso no los movió en su defensa, considerándolo una traición a su color por gente de su mismo color de piel.A tal grado era la simpatía de los dominicanos a los negros de los franceses. 

Esa simpatía vino a cambiar cuando los dominicanos quienes se habían engañados a ellos mismos pensando que si apoyaban a los negros de los franceses no les hicieran nada a ellos, varios dominicanos fueron víctimas de los negros de los franceses. Luego vemos como el mismo Toussaint, que fue incorporado a las milicias españolas temprano cuando comienza la revuelta de los esclavos en Haití, invade la parte dominicana e incluso combata a los mismos dominicanos (de los que recibió apoyo unos años antes) cerca del sillón de la Viuda y los venció. También vemos como en 1805 Dessalines invade la parte dominicana, trata a los dominicanos como si él era un dios todopoderoso en quien dependía su clemencia o su destrucción y sin remordimientos algunos los mata dondequiera encontraron a los dominicanos en su propia tierra.

La simpatía que los dominicanos les tenían a los haitianos se esfumó cuando los segundos se viraron en contra de los dominicanos que les había dado una mano amiga al comienzo de la revuelta. En adición con la llegada de los franceses que pudieron huir a los pueblos dominicanos lamentando sus pérdidas tanto materiales como humanas (les habían matado sus esposas, sus esposos, sus hijos, sus primos, sus abuelos, sus vecinos, sus amigos, etc) y caer en la realidad que los haitianos no eran amigos nada de los dominicanos sino que los estaban usando según el provecho que les podían sacar para sus maquinaciones. El terror a los haitianos se hizo general entre los dominicanos.

En cierto modo los dominicanos actuaban como los haitianos en el sentido que cuando le cogieron pavor a los haitianos, se juntaron a los franceses. Sin embargo, cuando percibían que los haitianos ya no eran una amenaza para los dominicanos al final de la Era de Francia, los dominicanos se les viraron a los franceses y les hicieron la guerra de la Reconquista.

En el fondo los dominicanos no querían a los franceses, algo que es histórico porque nunca los han querido. Cuando los dominicanos asumían era beneficioso para ellos aliarse con los franceses, lo hicieron; pero en el momento que no le vieron utilidad a esa alianza sino que los perjudicaba por discriminaciones de los mismos franceses, floreció el viejo desprecio que les tenían y acabaron con su mando en la isla de Santo Domingo.

Otro detalle a resaltar es que los dominicanos sí han destruido a los franceses en varias ocasiones, sin embargo nunca a los haitianos ni siquiera después de sus invasiones. Los dominicanos nunca han invadido a Haití desde que los haitianos son los dueños y señores de la antigua colonia de los franceses.

Yo diría que lo más natural para el dominicano es ser prohaitiano, pero la misma forma de ser de los haitianos, el mal agradecimiento, etc no les permite a los dominicanos mantener ese prohaitianismo porque el problema de los haitianos son los haitianos mismos. La isla entera estuviera unida por decisión de los mismos dominicanos si la forma de ser de los haitianos no fuera como es. Mientras exista esa forma de ser del mal agradecimiento, de morder la mano que los ayuda; no podrá existir unión entre los dominicanos y los haitianos.

Miren lo que hicieron en la dominación. Dizque miraban a los dominicanos como hermanos y terminaron discriminando a los dominicanos en su propia tierra. Los trataron como ciudadanos de segunda clase en su propia tierra cuando los extranjeros son ellos. Por eso si se juntan los dominicanos con los haitianos, se va hundir la isla. Ya se ha visto en la dominación y ahora vemos que los haitianos son los peores gobernadores juzgando por la pocilga que han convertido a su tercio de la isla, donde impera la peor calidad de vida en toda América. Ese espectro hubiera sido el caso en la isla completa si toda estuviera bajo el mando de los haitianos.

Siempre van a existir algunos dominicanos prohaitianos porque son ilusos. No ven las cosas como son en la realidad, sino como deben de ser en la utopía. No quieren aceptar que el peor enemigo de los dominicanos es el haitiano. Eso se ha visto una y otra vez con el pasar del tiempo, y se seguirá viendo porque ellos así son. Por eso no se pueden llevar por el grupito prohaitiano porque van a conducir a la perdición total de los dominicanos porque son unos ilusos creyendo que al dominicano le conviene juntarse con los haitianos cuando una y otra vez en el pasado queda demostrado que cuando eso pasa, los que salen más perjudicados son los dominicanos.

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* Cosa que los dominicanos venían intentando evitar. En varias ocasiones se mandaron expediciones militares desde Santo Domingo a desalojar a los franceses del noroeste de la isla que era donde estaban ya que todavía la mayor parte del oeste carecía de su presencia. Ellos se asentaron primero en la isla de la Tortuga (esa isla también era territorio dominicano) y poco a poco iban desde allí asentándose a lo largo de la costa noroeste de Santo Domingo que es la que le queda más cerca a la Tortuga, de hecho desde la Tortuga se ve Santo Domingo y viceversa como se ve Long Island desde Connecticut.

** Es el mismo valle, solo que en la parte dominicana se le conoce por hoya de Enriquillo y en la parte haitiana como Cul-de-sac. Ese valle en un lado tiene a Barahona y en el otro lado a Puerto Príncipe, en un lado tiene el lago Enriquillo y en el otro lado el lago Azuey, etc.

*** De nuevo es la misma cordillera, solo que en el lado dominicano se llama sierra de Bahoruco siendo Bahoruco el nombre taíno a las mismas y en el lado haitiano es massif du Sud o cordillera del Sur.

La masacre de Fort Dauphin (Fort Liberté – Puerto Real de Bayajá) en 1794

Vista satelital de Fort Liberté, Haití. Este pueblo en la época colonial francesa tenía el nombre de Fort Dauphin. En este mismo lugar fue fundada una de las primeras ciudades por los españoles en América, Puerto Real de Bayajá en 1505 y destruida en 1606 en las Devastaciones de Osorio. Todos sus habitantes fueron forzados por las autoridades a mudarse más cerca de Santo Domingo y fueron de las familias fundadoras de Bayaguana, de hecho su nombre se deriva de la combinación de las negritas en Bayajá y La Yaguana (estaba donde ahora está Leógane, Haití e igualmente destruida en las Devastaciones de Osorio. Imagen tomada en Google Earth.

La matanza de los franceses blancos que tuvo lugar en Fort Dauphin el 7 de julio de 1794, a solo 3 años de iniciarse la Revolución Haitiana, fue detallada con lujos de detalles por una persona que lo presenció, un tal señor Simón de Filadelfia, Pensilvania, Estados Unidos.

Si bien la matanza fue creada mayormente por los haitianos quienes seguían la orden de Jean François, uno de los líderes iniciales de la Revolución Haitiana, menciona que estas tropas haitianas llegaron desde Dajabón acompañados de generales y soldados españoles. Es oportuno aclarar que a los dominicanos se les llamaba españoles por ser nativos de la parte española de Santo Domingo, la actual República Dominicana. Es muy probable que la mayoría de las tropas españolas eran dominicanos y una buena parte o todos los generales españoles eran nativos de la península ibérica.

Esta narrativa fue publicada en el periódico The New Hampshire Gazette el 26 de agosto de 1794.

Puntos a considerar

Tropas españolas en 2005 en la base militar Miguel de Cervantes en Fort Liberté, Haití (el antiguo Fort Dauphin). A parte que los españoles fundaron en 1505 el Puerto Real de Bayajá en el misno lugar, la masacre creada en 1794 por una invasión desde Dajabón liderada por generales militares españoles y soldados que no eran más que los antiguos esclavos de los franceses que habían huido a la parte española de Santo Domingo seguro no es muy conocida. (Imagen del Minsterio de Defensa de España).
  • La matanza tuvo lugar en un día durante el transcurso de 7 u 8 horas.
  • Las tropas españolas/dominicanas tuvieron muy poca participación en la matanza y no fueron auxilio para los franceses.
  • Las tropas haitianas eran de 500 a 600 personas y las españolas/dominicanas de 700 a 800 personas para un total de 1.200 a 1.400 tropas.
  • Aunque las víctimas fueron todas personas blancas, si bien casi todos eran franceses se asume que algunos eran de otras nacionalidades.
  • No se perdonaba ninguna víctima por edad, sexo, clase social, oficio o profesión.
  • Las víctimas eran de unos 700 y picos de personas.
  • Franceses que vivían en Dajabón, un pueblo fronterizo fundado por los españoles y que siempre estuvo en la parte española/dominicana de la isla y ha sido habitado mayormente por españoles/dominicanos, también fueron afectados por las actuaciones de sus propios vecinos españoles/dominicanos.
  • Si bien se pudiera decir que esta fue una invasión de los dominicanos a la parte francesa/haitiana de la isla, hay que notar que ninguna de las víctimas fueron los negros haitianos sino el enfoque eran los franceses. Por tanto, no se puede decir que esta agresión fue iniciada por los dominicanos en contra de los haitianos. De hecho, los dominicanos acompañaron a las tropas haitianas y limitaron su participación en la matanza dejando casi todo a los haitianos, quienes eran los ex-esclavos de los mismos franceses.
Militares dominicanos en la actualidad. A los dominicanos también los llamaban españoles por ser nativos de la parte española de Santo Domingo. Por tanto, es muy posible que la mayoría de las tropas españolas mencionadas en el artículo eran dominicanos y los españoles nativos de la península ibérica eran los generales. Lo mismo ocurría en los otros territorios españoles como Puerto Rico y Cuba. De hecho los puertorriqueños que son parte de las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos son militares estadounidenses porque ahora Puerto Rico es territorio de los Estados Unidos. (Imagen de CDN).

El Artículo

DESDE SANTO DOMINGO

Un recuento de la masacre que sucedió el 7 de julio a las 11am en Fort Dauphin (Fort Liberté, Haití), nos la trajo el Sr Simón de Filadelfia (Pensilvania, EEUU) quien estuvo en una embarcación estadounidense en la bahía frente a Fort Dauphin en ese momento.

«El lunes del 7 de julio a las 11am llegó desde Dajabón (un pueblo pequeño a una distancia de cuatro leguas de Fort Dauphin) un fraile español, escoltado por seis guardias. Varias personas le preguntaron qué noticias traía. Su respuesta fue «ninguna» y luego dijo que todo estaba seguro. Como una hora después llegaron Jean François (general de los bandidos -haitianos- quien siempre ha estado en buenas con los españoles -dominicanos-) y Benjamín, su primer capitán, con 500…»
«…ó 600 negros (haitianos) y 58 caballeros. De esa cantidad habían alrededor de 400 con armas de fuego mientras los demás tenían espadas y garrotes. Cuando todos ellos llegaron al mercado, Jean François dio la orden para que mataran a todos los franceses blancos sin distinción de edad, sexo, rango social o profesión.

Tan pronto se dio la orden, los bandidos (haitianos) se separaron mientras se posicionaban en todas las calles del pueblo. La agrupación más grande fue la que se dirigió a la playa porque ahí estaba la cantidad más grande de gente blanca quienes tenìan la intención de subirse a las embarcaciones que estaban en la bahía. Todo el intento fue en vano. Todos fueron masacrados sin piedad mientras la misma escena se repetía en los distintos sectores del pueblo. Esta carnicería horrible duró hasta las 6pm ó 7pm. Una cantidad enorme fueron asesinados adentro de sus casas. Luego de unos días, se contabilizó la cantidad de muertos y se le dio la cifra a un nativo de Fort Dauphin que fungía como el secretario de Jean…»
«…François. El total de muertos fue 742 personas entre los cuales incluía a tres mujeres, sin embargo no incluía a una cantidad muy grande que fueron ahogados. En ese momento había 700 u 800 tropas españolas (dominicanas) en Fort Dauphin. Algunos de ellos estaban armados en el mercado viendo con indiferencia la matanza horrible y decían en voz alta que se lo merecían los franceses. Algunas de las víctimas infelices huyendo de los negros (haitianos) trataban de recibir auxilio de ellos, pero los españoles (dominicanos) les apuntaban a los franceses con sus bayonetas. Los gritos de estos villanos (españoles/dominicanos) era ¡viva el Rey (Carlos IV de España)! Los españoles (dominicanos) asesinaron al infelíz francés Le Ray Dumaine. El Sr Carabas, quien se lanzó a la bahía y nadó hasta un cable de una balandra española y su tripulación lo persiguieron con sus remos.

El 8 de julio alrededor de 7 u 8 franceses que hacía varios años se fueron a vivir a Dajabón les fueron saqueadas sus casas por los habitantes del mismo pueblo.

La misma persona traía una lista con los nombres de 120 personas que fueron de las víctimas infortunadas.

Hay 2 estadounidenses desaparecidos y se supone que tuvieron la misma suerte».

Página completa

He aquí una muestra de la portada del The New Hampshire Gazette del 26 de agosto de 1794, donde se encuentra el artículo citado.

La proclamación de Dessalines a los dominicanos en 1804

El 21 de junio de 1804, el periódico The Ostega Herald, de Cooperstown en Nueva York, publicó el artículo Massacre of All The Whites at Cape Francois (Masacre de todos los blancos en Cabo Francés). Ese artículo fue redactado en la Ciudad de Nueva York el 4 de junio de 1804, en base a las informaciones dadas por la tripulación de un barco que había hecho escala en Haití antes de llegar a Nueva York. Durante la escala, la tripulación recibió las informaciones de la masacre, además de una copia de la proclamación que hizo Jean Jacques Dessalines a los habitantes de la parte española de Santo Domingo antes de su temible invasión de 1805.

Algunas puntualizaciones

  • Cabo Francés era el nombre original de Cabo Haitiano. También se conoce como El Cabo.
  • Fuerte Delfín (Fort Dauphin en francés) hoy se llama Fuerte de la Libertad.
  • Ferrand era el gobernador francés de la parte española desde que el general Leclerc, después que conquistó la parte española arrebatándosela a los haitianos quienes en 1801 la habían invadido, sucumbió a la fiebre amarilla.
  • Rochambeau era uno de los generales principales de las fuerzas francesas. Se rindió ante los haitianos, efectivamente finalizando las hostilidades en Haití. Firmó un acuerdo con Dessalines respecto a que iba proteger a los soldados franceses heridos hasta que Francia mandara una carabela para buscarlos un tiempo después. A pesar de la promesa que hizo Dessalines, a los pocos días de Rochambeau partir rumbo a Francia, todos los soldados franceses heridos que se quedaron en Cabo Francés fueron ahogados en un río por órdenes de Dessalines.
  • En 1804, Dessalines proclama la independencia de Haití y a partir de ese momento los habitantes de la antigua parte francesa se autodenominan haitianos. Sin embargo, la parte española de la isla estaba gobernada por unos 2,000 franceses bajo el mando del general Ferrand y todos los habitantes dominicanos, y de todos los colores, seguían refiriéndose como españoles.

La masacre de los franceses en 1804


Pintura del siglo XIX que muestra una escena de la masacre de los franceses en 1804.

En 1804, el gobernador general de Haití Jean Jacques Dessalines, ordena la masacre general de todos los franceses sin distinción de sexo o edad. Según la información suministrada en el artículo, la masacre se llevó acabo entre el 19 de abril y el 14 de mayo de 1804 por todo lo largo y ancho de Haití.

Nos llama la atención un detalle hasta ahora desconocido. Parece que algunos franceses de Santiago fueron capturados por los haitianos y llevados a Cabo Haitiano donde fueron masacrados.

Esta masacre general, que fue la última de varias masacres que los haitianos habían ejecutado contra los franceses desde 1791, tuvo un impacto aterrador en el imaginario de los dominicanos. El resultado fue un miedo atroz a los haitianos y por ello pusieron su confianza en las tropas francesas mandadas por Napoleon Bonaparte y lideradas por el general Leclerc y, a la muerte de éste, el general Ferrand. Ese rechazo de los dominicanos a la autoridad de Dessalines, mas la alianza con los franceses, fue lo que produjo la ira que Dessalines descarga contra la población civil dominicana en la invasión de 1805.

Veamos lo que dice el artículo respecto a la masacre de los franceses de 1804.

Todos los habitantes franceses [de Cabo Francés], incluyendo a hombres, mujeres y niños que numeraban entre 2,000 y 2,500; fueron matados con espadas y bayonetas en Cabo Francés.

El 22 de abril, Fuerte Delfín fue saqueada y todos los blancos, aproximadamente noventa hombres, mujeres y niños; fueron masacrados y una parte del pueblo fue destruido.

Unos días después los habitantes franceses de Santiago y otros lugares del interior fueron llevados al Cabo y fueron matados de la manera más inhumana.

Hombres, mujeres y niños fueron despedazados con espadas y apuñalados con bayonetas. Mujeres con sus niños en sus brazos corrían por las calles tratando de evitar a sus perseguidores y cuando eran capturadas, de una apuñalada con la bayoneta atravesaba el cuerpo de la madre y la de su hijo.

Después de esta masacre horrible, los cuerpos se quedaron en las calles por tres días, hasta que se le dio la orden a los habitantes a que movieran los cuerpos que estaban cerca de las casas, los cuales fueron tirados en una fosa al pie de una montaña.

Antes de la masacre, los negros estaban seguros que iban apropiarse de los bienes de los blancos, a quienes se los quitaron llamándolos individualmente y prometiéndoles la salvación de sus vidas si les daban sus bienes. Luego que se los daban, sin excepción todos fueron asesinados en la masacre general. Se dice que la propiedad obtenida (consistía de oro, plata y prendas preciosas) fue inmensa. Los negros llevaron cantidades grandes de oro al pueblo y lo cambiaron por plata que valía menos de la mitad.

Estamos informados que Dessalines ha decretado que cualquier francés que llegue a Santo Domingo será matado.


El tamaño de la milicia de Dessalines

Al día que recibimos la noticia, Dessalines está construyendo fortificaciones en las montañas. Sus fuerzas consisten de 60,000 hombres.

La verdadera razón por la que Dessalines hizo la proclamación a los dominicanos

El 12 de mayo, Dessalines emitió una proclamación (firmada el 8 de mayo) pidiendo a los habitantes españoles de Santo Domingo a declararse a favor o en contra de él, dándoles quince días para que se decidan. Esta proclamación la hizo a consecuencia de recibir información desde Puerto Príncipe respecto a la llegada de refuerzos de tropas francesas a Santo Domingo.

La proclamación de Dessalines a los dominicanos

La proclamación se hizo el 12 de mayo de 1804 con motivos de avisar a los dominicanos que si no se unían a Haití, iban a sufrir el peor de los castigos junto con el último remanente de los franceses que estaban afincados en la ciudad de Santo Domingo. Con esto se desmorona el mito que algunos han difundido diciendo que Dessalines no invadió para pelear contra los dominicanos, sino que solo fue contra los franceses.

Cuando Dessalines toma la decisión de invadir la parte española de la isla a principios de 1805, lo hizo con la decidida intención de vencer al remanente francés en la ciudad de Santo Domingo y luego dar la orden de otra masacre general, pero esta vez contra toda la población dominicana.

Al no cumplirse el deseo de vencer a las tropas francesas, en su retirada hacia Haití Dessalines ejecutó parte de su plan genocida contra los indefensos e inocentes habitantes dominicanos. La matanza contra los dominicanos no fue completa porque las tropas haitianas solo destruyeron lo que estaba en su camino. Si hubiesen vencido a los franceses, el exterminio de los dominicanos hubiera sido completo porque los haitianos hubieran tenido el control de la isla completa, sin dejar tiempo ni espacio para que quienes huían hacia los bosques y se escondían en las sabanas efectivamente pudieran salvar sus vidas.

Fue práctica común de Dessalines, durante la masacre general de los franceses en 1804, de ofrecer protección a los franceses si mostraban fidelidad a él. Sin embargo, sus palabras y promesas nunca fueron sinceras y solo servían para que aquellos franceses que lograban esconderse y salvar sus vidas, se presentaran ante él y, sin ellos tener la menor idea antes de presentarse, degollarlos. No hay por qué pensar que lo mismo no lo aplicaría contra los dominicanos, e inclusive se hizo algo similar en el degüello de Moca.

Veamos la proclamación traducida al español.

Apenas fueron expulsadas las tropas francesas, por un sentimiento libre y espontáneo, ustedes reconocieron mi autoridad. Cuidadoso de su prosperidad antes que la ruina del territorio que habitan, les dí una recepción favorable. Desde entonces los he considerado como mis hijos y no ha disminuido mi fidelidad hacia ustedes. Como prueba de mi solicitud paternal, en los lugares que se rindieron a mi poder, he propuesto que los líderes sean hombres sacados de ustedes mismos. Envidiosos de haberlos aceptados como mis amigos, que les dí mucho tiempo para que se recolectaran y me aseguré de su fidelidad, he restringido la ira insoportable de mis soldados. Desde luego yo mismo me felicitaba por el éxito de mi solicitud con la que pretendía evitar el derrame de más sangre. Pero en aquel momento, un sacerdote fanático no les había puesto en sus pechos la ira, todavía el incendiario Ferrand no les había dado el veneno de la mentira y la calumnia. Escritos originados en la desesperanza y la debilidad, han sido circulados y de inmediato muchos de ustedes, seducidos por las insinuaciones perfidias, solicitaron la amistad y la protección de los franceses. Se atrevieron encojonarme por juntarse con mis enemigos. Españoles, ¡reflexionen! En la orilla del precipicio que se ha abierto debajo de sus pies, ¿ese amo diabólico los salvará a ustedes cuando con espada y fuego los perseguiré hasta la última trinchera donde se escondan?

¡Ah!, sin lugar a dudas que sus rezos, sus mañas, sus reliquias religiosas no serán impedimentos para mi invasión. Tan vano como débil, ¡no los podrá proteger cuando yo los entierre a él y a ustedes en las ruinas de su capital! Recuérdense que ni con los recursos e intelecto de los europeos han podido vencerme, y que por mis manos victoriosas se ha rendido el capitán general Rochambeau. Para atraer a su bando a los españoles, ellos propagan la noticia de la llegada a Santo Domingo de carabelas llenas de tropas francesas. ¿Por qué eso no ha sido verdad? Poco se imaginan que con retrasar mis ataques hasta este tiempo, mi meta ha sido incrementar nuestros recursos y la cantidad de las víctimas. Para crear desconfianza y terror, ustedes van a sufrir la misma suerte que ya sufrieron los franceses, pero yo no tengo razón para tratarlos así. ¿Los males de los franceses también les aplican a los españoles? ¿Tengo que aplicarles a ustedes los crímenes que hicieron los franceses en contra de mi gente? Ellos tienen la afronta de decir que, reducidos a huir para sentirse seguros, me van a derrotar en la parte sureña de la isla. ¡Está bien! Sepan que estoy preparado y que el rayo les va caer sobre sus cabezas. Sepan que mis soldados están ansiosos por recibir la señal de ir y reconquistar las fronteras que la naturaleza nos ha dado. Un poco más y con el peso de mi poder pisotearé el remanente francés.

¡Españoles! Es a ustedes a quienes les hablo solo porque quiero salvarlos. Ustedes, que son culpables de la evasión, podrán preservar sus vidas solo hasta donde mi clemencia se atreva protegerlos. Todavía hay tiempo para evitar un error que será fatal para ustedes. Si no quieren que su sangre sea derramada junta con la de los franceses, rompan todas las alianzas con mi enemigo. Díganme sin demora en qué parte de su territorio debo comenzar mi ataque o si debo atacar por todas partes sin discriminación. Les doy quince días para que me digan sus intenciones y se unan a mi bando. Ustedes saben que conocemos todos los caminos de Santo Domingo y que en más de una ocasión hemos visto a sus soldados dispersarse ante nosotros. En pocas palabras, ustedes saben de lo que soy capaz y de lo que me atrevo hacer. Piensen en su preservación.

Reciban mi promesa de no lastimarlos, ni a su persona ni a sus propiedades, si se aprovechan de esta ocasión de ser admitidos entre los hijos de Haití.

Cabo Haitiano, 8 Mayo 1804.
Primer Año de Independencia
Gobernador General, DESSALINES






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