La entrevista al general Gregorio Luperón en 1873

Imagen en el dominio público del general Gregorio Luperón.

El general Gregorio Luperón, nativo de Puerto Plata, es tenido como uno de los grandes hombres en la defensa y existencia de la República Dominicana. Por tal motivo es una de las personas cuyo nombre honorifica a un sin fin de calles. escuelas, parques, estatuas, etc por todo lo largo y ancho de la República Dominicana. Esto también se ve allende las fronteras de la República Dominicana, aunque más restictivo, en sitios como San Juan de Puerto Rico y la Ciudad de Nueva York entre otros. Incluso su casa en la ciudad de Puerto Plata es hoy una casa-museo. El nivel de importancia al que logró la imagen de este individuo dominicano se debe a que lideró la guerra de la Restauración de la República entre 1863 a 1865 contra España, en la que su victoria significó el reestablecimiento de la independencia de la República Dominicana que en 1861 se había reanexado a España.

Imagen de Google Street View de la Escuela Secundaria de Gregorio Luperón en Manhattan, Ciudad de Nueva York en los Estados Unidos. Es un indicio de lo lejos que ha llegado el nombre del general Gregorio Luperón fuera de las fronteras de la República Dominicana.

Si bien es muy conocido el apoyo que recibió el general Gregorio Luperón de la vecina República de Haití, hasta ahora no se tenía constancia al nivel que supuso dicho apoyo. En esta ocasión notamos hasta donde llegó el apoyo de Haití tanto al general Gregorio Luperón como al general José María Cabral en la insurección que estos dos hombres llevaron a cabo en contra de Buenaventura Báez, entonces presidente de la República Dominicana.

Esta es la primera vez que se sabe de esta entrevista que se le hizo al general Gregorio Luperón publicada en inglés en el periódico estadounidense New York Herald el 22 de abril de 1873.

Aspecto del general Gregorio Luperón

En esta parte se describe el aspecto del general Gregorio Luperón según lo vio el entrevistador estadounidense en 1873.

BOSQUEJO DE LUPERON
Me sorprendió encontrar al tan conocido jefe con un aspecto que lucía saludable y joven. Tiene 34 años, lo que quiere decir que hace 10 años cuando obligó a los españoles abandonar el suelo dominicano tenía 22 años. A pesar de su edad entonces, se distinguió entre los patriotas dominicanos. Es fornido, un hombre vigoroso de 5 pies y 9 pulgadas (más de 30 metros), una cara juvenil sin marcas o deformaciones, con una mirada que inspira honestidad, con un bigote pequeño y mostrando mucha confianza en sus manerismos y al hablar. Tenía puesto un traje gris oscuro, lo grueso suficiente para el frío de las montañas a nuestro alrededor y demasiado caliente para el valle con temperaturas en los 90F (32C). Su rostro mostraba la mezcla de tres razas. La forma de su cara se parecía al de los indios, su pelo africano (encrespado) y sus rasgos como la de un español. Respondió cada pregunta en una forma placentera, fluido en todos los aspectos y con una franqueza inusual. Escuché que montaba muy bien los caballos, por lo tanto comenzamos hablando de los caballos. Dijo que una vez montó un caballo entre Santiago y Montecristi en 6 horas con dos veces cruzando el río Yaque del Norte. Creo que la carretera es de unas 120 millas (193 KM). Esto es poco creíble.

El sueño del general Gregorio Luperón

Resaltaremos una parte de esta sección que nos llama mucho la atención. Se trata de lo que supone es la verdadera razón de por qué tanto el general Gregorio Luperón y el general José María Cabral defendían tanto que existiera la República Dominicana. Es muy importante que tengamos de vista que nuestra amada República Dominicana era defendida por estos generales, según lo que se desprende de la nota, no por un verdadero patriotismo dominicano sino por un deseo a que se cumpla a largo plazo. Ese deseo no iba ser posible si existiera una potencia militar, económica y política como era España en el momento de la reanexión de la República Dominicana (comparado a la potencia de Haití, que siempre ha sido el otro país de La Española, con respecto a su deseo de reconquistar la parte que se separó el 27 de febrero de 1844) y luego con la posible anexión a los Estados Unidos.

Todo lo descrito aquí fueron palabras del general Gregorio Luperón.

La verdadera idea de los patriotas en el este (República Dominicana) y oeste (Haití) de la isla. Me siento confiado que los dos pueblos pueden ser fusionados y establecer una república en esta isla lo fuerte suficiente para ser independiente de cualquier ayuda extranjera y lo suficientemente audaz para resistir cualquier interferencia extranjera. Este ha sido mi sueño toda mi vida.

El apoyo de Haití al general Gregorio Luperón

Si bien Haití le brindó ayuda al general Gregorio Luperón durante la guerra de la Restauración de la República, al parecer lo mismo no es del todo cierto con la insurrección que le hacía a Buenaventura Báez.

QUIENES SOSTIENEN A LOS REVOLUCIONARIOS

Estadounidense: «Quisiera preguntarte General, ¿quienes te apoyan y financian?»

General Gregorio Luperón: «Bueno, esa pregunta es muy directa, pero no tengo problemas en decir que varias de las promesas de ayuda que he recibido son de fuera de esta isla».

Estadounidense: ¿«El gobierno haitiano te ofreció ayuda»?

General Gregorio Luperón: «Técnicamente no. Ellos son muy amistosos y simpatizan con uno al punto que tratan de mantener la harmonía entre el general Cabral y yo».

Conclusión

Es indudable que el general Gregorio Luperón es un héroe de los dominicanos y debería de seguir ser tomado por eso. Si no fuera por él, quien fue el líder de la guerra de la Restauración de la República, es probable que no solo la República Dominicana hubiera seguido en la reanexión a España como provincia de ultramar, sino quizás hoy nuestro país fuera una parte integral de España como lo es Canarias o Andalucía, y todos los dominicanos fueran ciudadanos españoles (aparte de españoles también se llamarían dominicanos como lo fue en la época colonial y como lo es en la actualidad en España donde los de Canarias se llaman canarios, los de Cataluña se llaman catalanes y los de Andalucía se llaman andaluces entre otros) con el euro como moneda y con todo lo demás que implica ser parte de la Unión Europea (ciudades y pueblos con diseños y organizaciones similares a las que existen en España, autopistas al estilo europeo, un nivel de vida al estilo europeo, limpieza de las vías públicas y espacios públicos como en España, etc). La otra probabilidad es que en décadas posteriores a la Restauración de la República, la actual República Dominicana como provincia española hubiera sido anejada por los Estados Unidos junto con Cuba y Puerto Rico. En ese caso, hoy la actual República Dominicana fuera un país independiente como Cuba (no necesariamente comunista) o un estado asociado a los Estados Unidos como Puerto Rico. Es oportuno recordar que la mayoría de los dominicanos que en décadas recientes han emigrado de la República Dominicana en busca de una mejor vida y de más oportunidades empresariales/laborales, ingresos más altos, menos delincuencia, etc es precisamente a España y a los Estados Unidos. Estas dos posibilidades de convertir a la República Dominicana en una provincia española o en un territorio/estado de los Estados Unidos no se concretaron en parte por el actuar del general Gregorio Luperón en la guerra de la Restauración de la República en los 1860s y en el intento de anexionar el país a los Estados Unidos en años posteriores.

El propósito de este artículo ha sido resaltar, según lo descrito en el articulo citado en New York Herald, un aspecto que normalmente no se indaga mucho y es el rol de Haití en apoyar al general Gregorio Luperón y, quizás lo más sorprendente, la idea que sostenía el general Gregorio Luperón en la unión de toda la isla bajo un solo gobierno. Esta última parte nos ha dejado boquiabierto en todo el sentido de la palabra.

Entrevista completa al general Gregorio Luperón en 1873

Lo siguiente es la totalidad de la entrevista que se le hizo al general Gregorio Luperón. Tanto esta parte como la parte que le sigue de la página completa no serán traducidas del inglés al español.

Página completa

Orville Elias Babcock y la mención de Santo Domingo en sus materiales suplementarios de 1869

Orville Elias Babcock entre 1860 y 1865. (Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos, división de grabados y fotografías)

Orville Elias Babcock fue un estadounidense que hizo el acuerdo con Buenavetura Báez, en nombre del gobierno estadounidense en ese entonces como presidente Ulises S Grant, por la anexión de la República Dominicana a los Estados Unidos. Antes de hacer este acuerdo, que fue ratificado por el Congreso de la República Dominicana mas rechazado por el Senado de los Estados Unidos en parte por la influencia de Charles Sumner, Babcock visitó por primera vez a la República Dominicana en 1869. En ese mismo año hizo sus anales de lo que encontró en su viaje a Santo Domingo y todo ello se recolecta en tres obras que son las siguientes.

  • Diario de Orville E. Babcock. Primer viaje a Santo Domingo del 17 de julio al 4 de septiembre de 1869. (Diary of Orville E. Babcock, The First Journey to Santo Domingo, July 17th to September 4th 1869)
  • Diario de Orville E. Babcock. Segundo viaje a Santo Domingo del 8 de noviembre al 2 de diciembre de 1869. (Diary of Orville E. Babcock, The Second Journey to Santo Domingo, November 8, 1869 – December 2, 1869)
  • Diario de Orville E. Babcock, Materiales suplementarios de Santo Domingo, 1869. (Diary of Orville E. Babcock, Santo Domingo Supplemental Materials, 1869)

Mención de la República Dominicana en 1869

En el «Diario de Orville E. Babcock, Materiales suplementarios de Santo Domingo, 1869» se incluye una copia del «Los dos gran crímenes del Senado de los Estados Unidos» (The Two Great Crimes of the United States Senate). Ese artículo es una crítica a Charles Sumner, sin embargo en esta pequeña parte menciona a la República Dominicana.

No es inusual que el senador de Massachessetts (Charles Sumner) atacó violentamemte la adquisición de Santo Domingo (República Dominicana). Hay una consistencia y es que desde el principio hasta el final estuvo opuesto. Alexander Hamilton decía que «el hombre se opone a algo por el simple hecho que no tienen una forma legítima para oponerse o porque pudo ser hecho por aquellos a los que no les agrada». Nosotros no decimos que el senador Sumner tenía estos impulsos. La bahía de Samaná ha sido un refugio en la isla, la cual sería muy ventagosa para nuestro país (Estados Unidos) en tirmpo de peligro nacional, una protección a nuestro comercio en el mar de las Antillas, además de una recepción de carbón y un deposito para reparar embarcaciones en tiempo de paz.

La adquisición de Santo Domingo nunca ha sido una incautación propuesta por el gobierno o una violación de los prerogativos del presidente. Al contrario, es una voluntad por un pueblo (dominicano) que se expresó más claro que aquel de la República de Texas. En crear un tratado provisional, el Presidente a elegido a uno que sabe despachar, un oficial al que la secretaría de Estado puede confiar. Sin embargo. no existe ningún documento que muestra la firma autorizada de éste emisario.
Si nosotros hemos legislado por el interés de la raza negra, si la violación de las leyes internacionales se sostiene sólo del antagonismo de la Repúblic negra de Haití, entonces se ha cometido un crimen grave y la República de Santo Domingo (República Dominicana) con su población de blancos y mixtos se ha involucrado en un acuerdo fradulento con una república de blancos (Estados Unidos), la que ha sido «ofendida», de ahí las «pretensiones presidenciales».

Enlace

Pueden leer (en inglés) en el enlace a continuación las tres obras mencionadas, obras adicionales no mencionadas y el artículo citado.

Ulises S Grant Presidential Library > 19th Century Collections > Orville Elias Babcock > Diaries

Las incongruencias de D. Gregorio A. y Espala sobre los dominicanos


En las páginas 25 y 26 del libro «Historia de la dominación y última guerra de España en Santo Domingo», obra de D. Ramón González Tablas publicado en 1870; cita un artículo de D. Gregorio A. y Espala supuestamente de una revista médica. Se trata de una descripción de los dominicanos. Lo que dice llama mucho la atención porque tiende a no coincidir con lo que dicen otras personas en sus libros publicados en esos años y en el siglo XX. Se hará referencia a tan solo algunas partes para dar una idea de por qué la duda.

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«Tanto la isla de Santo Domingo, como otras varias que en un tiempo tuvieron esclavitud, no lograron su emancipación sino a costa de convulsiones más o menos sangrientas, en que la raza blanca fué aniquilada o reducida a tan precarias condiciones que la hicieron desaparecer casi por completo…»

Esa aseveración no es cierta para el Caribe excepto Haití. 

Es verdad que desde que surgió la revolución haitiana en 1791 hasta culminar con la independencia de Haití en 1804, hubo muchas matanzas de blancos y mulatos por parte de las tropas haitianas, y de negros y mulatos por parte de las tropas francesas. También es cierto que en 1804, el general Jean Jacques Dessalines promulgó una matanza general en contra de los hombres blancos y luego les ofreció un indulto para que los hombres blancos que pudieron esconderse y evitar ser asesinados, creyeran en sus palabras y salieran de sus escóndites. A pesar que Dessalines prometió que no les iba hacer daño, al salir los escondidos los mandó a matar. Es verdad que luego dió la órden para que las mujeres y los niños blancos fueran masacrados también. Indudablemente que estas acciones redujeron la población blanca a su mas mínima expresión en Haití, salvándose tan solo personas blancas puntuales que eran vistas como útiles para el régimen de Dessalines como doctores y otros profesionales, además de las esposas blancas que estaban casadas o en unión libre con hombres haitianos. Escenas como estas se vivieron solo en Haití. 

Es verdad que en 1805 Dessalines invadió la actual República Dominicana, sometió a su capital Santo Domingo a un sitio que duró un mes y, en su retirada a Haití, sometió a la población civil dominicana que vivía en el Cibao, en ese entonces el área mas populosa del territorio dominicano, a un castigo inmisericorde que incluyó masacres tanto en los campos como en los pueblos (excepto Samaná y Puerto Plata), incendió todos los pueblos, hizo violaciones sexuales en masa a las mujeres y a las niñas, se llevó por la fuerza a muchos dominicanos como prisioneros, etc. Todo eso y mas se hizo porque consideraba a los dominicanos como traidores por apoyar a las tropas francesas de Leclerc y Ferrand. Como lo reconocen historiadores haitianos de la talla de Jean Price-Mars en su obra «La República de Haití y la República Dominicana» y contemporáneos dominicanos de esas matanzas como Gaspar Arredondo y Pichardo en su obra «Memoria de mi salida de la isla de Santo Domingo el 28 de abril de 1805», sus víctimas dominicanas eran blancas, mulatas y negras; ricas y pobres; citadinas y campesinas. Si usted hablaba español era merecido del peor de los castigos según Dessalines. No ocurrió lo mismo por la banda del Sur porque las tropas haitianas en su retirada eran lideradas por Alexandre Petión, quien no obstante recibir instrucciones de Dessalines de provocar un degüello a la población civil dominicana por todo lo largo, no la cumplió. Es cierto que ese evento traumático produjo una reducción de la población dominicana por completo y muchos emigraron, los que podían a otros puntos de la monarquía española en América y, los que tenían menos posibilidades económicas, a zonas apartadas dentro de la isla como la llamada sierra de Santiago, los alrededores de El Seibo e Higüey y otros lugares. Sin embargo, ese evento no fue producto de la emancipación de los esclavos, quienes de todas maneras era una minoría muy pequeña de la población dominicana al efectuarse la invasión de Dessalines y el trato general a los esclavos era mucho mas suave en la parte dominicana de la isla. 

Si vemos las demás islas antillanas nos damos cuenta que para la época el único que era un país independiente era Haití y, por tanto, la esclavitud existía en las demás islas. La esclavitud fue finalmente abolida en Santo Domingo en 1822 (en realidad la mayoría de los esclavos habían sido liberados varias décadas antes, mas no se hizo una abolición oficial y definitiva hasta ese año) y se hizo de un plumazo, es decir sin derramamiento de sangre ni disturbios. Inglaterra abolió la esclavitud en todo su imperio en 1833 y esa también se hizo de un plumazo, esta vez en Londres, sin disturbios de ningún tipo e incluía islas como Jamaica, Las Bahamas, Barbados, Trinidad y Tobago, Antigua y Barbuda entre otras. En 1863 Holanda abolió la esclavitud y eso incluía islas como Aruba, Curazao entre otras sin derramamiento de sangre o violencia alguna. En 1873 España abolió la esclavitud en Puerto Rico y en 1886 en Cuba, ambas por plumazos en Madrid. Y así sucedió con las demás islas del Caribe. Con la excepción de Haití dónde la emancipación de los esclavos fue violenta y sangrienta y los blancos fueron los grandes perdedores, en el resto del Caribe la abolición de la esclavitud ocurrió años después y reinando la paz siempre.

Por tanto, lo que asevera D. Gregorio A. y Espala es simplemente una mentira.

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«El inmediato contacto de Santo Domingo y Haití dió lugar a que, abolida la esclavitud en la parte española, la raza de color fuera poco a poco absorviendo a la blanca…»

Aquí se vislumbra otra mentira. El término «raza de color» históricamente, y en especial en su época, se refería a los mulatos y no a los blancos ni a los negros, siendo estas dos razas de color también en la definición mas amplia. Es lo natural que con cada mezcla entre blancos y negros se reduce un poco la población blanca y la negra y aumenta la mulata. El efecto de la migración puede variar estas cosas dependiendo si se recibe mas migrantes blancos o negros o mulatos. Otro efecto que lo puede impactar es la emigración, especialmente si los emigrantes en su mayoría son blancos, negros o mulatos. Es cierto que con el pasar del tiempo ha aumentado la «raza de color» en República Dominicana, mas a la vez el impacto ha sido una reducción no sólo de los blancos, sino de los negros también como porcentaje de la población.

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«…Hasta el punto de que en la actualidad las tres cuartas partes de Santo Domingo se hallan exclusivamente pobladas por gente de color asaz oscuro…»

Aquí entra en otra incongruencia tomando en cuenta otros relatos tanto de la época como después donde autores dominicanos y extranjeros que conocieron en persona la sociedad dominicana dicen una y otra vez el aspecto predominante de los dominicanos se acercaba mas a la de los blancos que a la de los negros. Esto se evidencia en relatos de extranjeros de Estados Unidos, país donde es imposible que consideren a cualquier persona como «mas cerca de los blancos» si no tiene, aparte de los rasgos propios de los blancos, un color claro al menos. La obra del estadounidense Samuel Hazard y titulada «Santo Domingo Past and Present» de 1871 y el reporte de la comisión enviada por el gobierno estadounidense en ese mismo año a conocer en persona cada rincón de la República Dominicana y cada aspecto político, cultural, demográfico, económico, geográfico, etc del país; describen a nuestra gente de esa manera.

El estadounidense Alpheus Hyatt Verril en su obra de 1914 titulada «Porto Rico Past and Present and San Domingo of Today» en la página 233 dice:

«…The Dominican Republic cannot by any stretch of the imagination be called a black republic, yet it is distinctly a coloured one… (…La República Dominicana no puede ser considerada como un país de negros, pero es muy distintivamente un país de mulatos…)»

En la página 234 del mismo libro dice:

«In most places… the coloured races outnumber the whites, but the colour is far lighter than in most of the West Indies and to a superficial observer a large portion of them would pass for white. (En la mayoría de los sitios… los mulatos son mas numerosos que los blancos, pero el color promedio es mucho mas claro que en la mayoría de las islas del Caribe y un observador superficial pudiera considerar como blancos a una porción muy grande)».  

José Vasconcelos en su obra «Santo Domingo: La crónica personaal de una visita a República Dominicana» describe su visita al país en 1926 que incluyó lugares como La Romana, San Pedro de Macorís, Santo Domingo, La Vega, Santiago, Puerto Plata, etc. En esa época, el Cibao seguía siendo la zona mas populosa de la República Dominicana y en la página 30 a su llegada a La Vega dice:

«por una especie de ley geográfica, en esta región alta, que es la mas fría de la isla, predomina la raza blanca…».

Así hay mas fuentes que dan constancia que la población dominicana era mayormente mezclada y a su vez la mayoría era de tez clara que junta con la minoría mas grande en ese entonces, la blanca, producía una población tirando a un color de piel claro o blanco mayoritariamente. Además en muchos sitios, en el Cibao particularmente, los blancos eran mayoría hasta entrado el siglo XX.

La continuación del mestizaje entre blancos y negros, el crecimiento vegetativo desigual entre un tipo y el otro, la inmigración a partir de los 1880s de las islas inglesas del Caribe y de los 1920s de Haití (ambas corrientes migratorias consistía de negros en su mayoría), la emigración masiva en las últimas décadas del siglo XX y primeras del XXI que en su principio consistía de personas de la sobrepoblada región del Cibao (mayoría de blancos y mulatos de tez clara) ha cambiado poco a poco la composición actual de la República Dominicana, tornándola mas oscura y mas negra. No obstante, D. Gregorio A. y Espala escribía de una República Dominicana la cual era presentada tanto por escritores dominicanos y extranjeros como una sociedad de tez clara en promedio, incluso adentrando a la primera mitad del siglo XX. 

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«El tipo dominante es el etiópe, sin más modificación que la que sufre esta raza al permanecer en América dos o tres generaciones sucesivas…»

Esta es otra mentira que es demostrable con lo que han arrojado varios estudios genéticos que comparan el promedio del dominicano con el de otros países. Se puede ver que en promedio los dominicanos son mulatos e incluso, el aporte africano es ligeramente menor que el aporte europeo. No sucede igual o similar cuando se trata del promedio haitiano, afroamericano, barbadense, etc que son sociedades negras donde no ha habido mucha modificación no obstante que estos sitios tienen siglos con negros. La modificación de los dominicanos es mucha.

He aquí tres estudios genéticos de varios que incluye a los dominicanos.



Los aportes africanos son rosado y rojo, los europeos azul y morado, y los amerindios (mayormente taíno en el caso dominicano) verde. African-American quiere decir afroamericano y como es costumbre en Estados Unidos, incluye tanto a negros como mulatos de ese país. Si quitaran a los mulatos de esa categoría ficticia y solo aplicable en ese país, el aporte europeo se reduce mucho mas y el aporte africano incrementa de igual proporción. https://www.nature.com/articles/ncomms7596


Los aportes africanos es rosado, los europeos azules (azul claro para europeos del norte y azul oscuro para europeos del sur) y amerindios es amarillo. https://blog.23andme.com/ancestry-reports/reports-for-caribbean-and-latin-american-customers/


Los aportes africanos es verde, los europeos rojo y los amerindios azul. https://journals.plos.org/plosgenetics/article?id=10.1371/journal.pgen.1003925

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«…La coloración más general es la negra…»

 Otra mentira de D. Gregorio A. y Espala. Como evidencia de ello se pueden usar meras fotos de Google Street View de las ciudades mas populosas de la República Dominicana. La población dominicana es urbana en mas de 80% y la mayoría de la población urbana se encuentra en los alrededores de Santo Domingo y en el valle del Cibao. Incluso, en ese valle dónde está la mayoría de las ciudades dominicanas. Estas fotos luego son compararlas con las de Accra en Ghana, una ciudad de negros en África. Se podrá ver la diversidad en la coloración de la gente en las calles dominicanas y, por tanto, es totalmente falso que «la coloración más general es la negra». Se nota que es una población mulata mientras las calles de Accra son mas homogénea y negra. Por decirlo de otra manera, si lo que dice D. Gregorio A. y Espala hubiera sido cierto, entonces las calles del Gran Santo Domingo y Santiago deberían verse igual en la coloración de la gente a Accra, Ghana. Allí sí es verdad que «la coloración más general es la negra» contrario a República Dominicana.

Fotos aleatorias del Gran Santo Domingo, República Dominicana.

Fotos aleatorias en Santiago de los Caballeros, República Dominicana.

Fotos aleatorias en Accra, Ghana.

Como se dijo en un principio, estos son tan solo unos ejemplos de lo que D. Gregorio A. y Espala dice de los dominicanos y se evidencia que miente en ese aspecto. Esto tomando en cuenta que mientras mas en el pasado, mas clara o blanca era la población dominicana comparado con ahora, por lo tanto lo que era el país en tiempos de D. Gregorio A. y Espala era mas en acorde a como lo describen otros dominicanos y los extranjeros y menos como lo describe él. 

El por qué D. Gregorio A. y Espala niega el mestizaje evidente de los dominicanos y lo presenta como si fuera una sociedad mas de África no lo podemos decir con certeza. Sin embargo, existen varias posibilidades. Una es que vivió y se pasó la mayor parte del tiempo en sitios como el este de la península de Samaná. Efectivamente allí es una sociedad dominicana de negros y lo que describe cae como anillo al dedo. Su visión es la que tendría una persona de ese lugar de lo que es la República Dominicana. Sin embargo, zonas como esa tienen un peso poblacional menor que las zonas donde hay mas gente de tez mas clara en República Dominicana. De hecho, la población de todo Samaná es más o menos el 1% de la población dominicana, una zona poco representativa del país mas muy representativa de ella misma. Otra posibilidad es que D. Gregorio A. y Espalas pertenece a cierta corriente ideológica y/o política que trata de presentar la sociedad dominicana mas negra de lo que es. Hay otras posibilidades que por falta de tiempo y espacio no vamos abundar. Lo cierto es que su descripción de los dominicanos no se corresponde con la realidad dominicana.

La anexión de República Dominicana a EEUU en 1871, según Joseph W Fabens

El 5 de febrero de 1871, el periódico Daily Alta California de San Francisco, California, EEUU publicó una parte de una entrevista a Joseph Warren Fabens. En ese entonces existía el deseo de Estados Unidos anexionar la República Dominicana y en ese mismo año el gobierno estadounidense mandó una comisión para que investigara en persona el sentir de los dominicanos respecto a ese tema y las condiciones que reinaban en el país. El señor Fabens fue uno de los proponentes más importantes de la anexión de la República Dominicana. También vivió por muchos años en la República Dominicana y en ese tiempo conoció a muchas personas importantes de la talla de Buenaventura Báez y José María Cabral, por mencionar dos ejemplos.

A continuación citaremos algunas partes que tratan cada tema que consideramos importantes en las respuestas del señor Fabens.

Describe a Buenaventura Báez

Báez es un parisino completo, un hombre blanco excelente y buen mozo, que heredó de su padre un espléndido aserradero de caoba del cuál ha podido exportar algunos cargamentos cada año, y pudo recibir su educación y vivió cómodamente en la ciudad de París. Volvió a su país con mucho entusiasmo, y ya tiene 55 años y es de los hombres más buen mozos que he visto y muy amable.

José María Cabral envidiaba a Buenaventura Báez

Cabral, su opositor, era su ministro de Guerra. Él también es un hombre de primera clase, pero le tiene envidia a Báez y siente la inhabilidad de llevarse bien con Báez. Conozco a Cabral tan bien como conozco a Báez y no tengo ningún problema con él porque en su corazón es tan a favor a que los Estados Unidos anexe la República Dominicana como lo es Báez.

Buenaventura Báez conoció a Charles Sumner, el senador de Massachussets que estaba en contra de la anexión

Cuando Báez vino aquí, hace un tiempo, algunos caballeros le hicieron una cena en el Manhattan Club de Nueva York, y lo introdujeron a varias de las personas más distinguidas de nuestra ciudad capital. Entre éstos estaba Charles Sumner, quien le dio cierto estímulo y parece que le cayó muy bien.

Fabens fue el primero en sugerirle al presidente Ulises S Grant la posibilidad de anexar a Santo Domingo

Sí, creo que fui el primero. Yo vivi 12 años en Santo Domingo y siempre mantuve la noción que la anexión, no solo de esa isla sino de todas las Antillas, se materializará.

Algunas de las razones por las que el señor Fabens apoyaba la anexión

Santo Domingo es muy rica en minerales, minas, productos y bosques; pero parece que es imposible que la gente se lleven bien. Son una raza buena pero inestable que le gusta el cambio y repetidas veces cambiar de líder, sin embargo todas las clases coinciden en sus deseos de unirse a los Estados Unidos.

Afirma que los haitianos no apoyaban la anexión de República Dominicana a Estados Unidos

En ese aspecto se diferencian de los haitianos, quienes no son una raza blanca como los dominicanos sino negros y mulatos, y que tienen aun una noción de bandidos respecto a la independencia de su nacionalidad.

Fabens explica cómo convenció al presidente Grant respecto la anexión de Santo Domingo

Yo le dejé al general Grant un estamento y una cantidad de libros, y le pedí que los examinara. Cuando lo volví a ver, después de un lapso de tiempo considerable, me dijo que había leído la colección completa y me pareció que conocía hasta el más mínimo detalle del tema. Grant me dijo, ‘estoy a favor de esto’, y desde ese tiempo ha apoyado muchísimo la anexión.

Comenta de la deuda de República Dominicana

Dijo que la deuda es muy pequeña, una parte se la debe a Haití y otra parte a la reconocida casa bancaria Josserlynn, de Curazao, considerada la Rothchild de las Antillas. Además, hay unas deudas a la casa Peabody & Company, de Londres.

Imaginó que surgiría una gran ciudad portuaria en la bahía de Samaná

Si los Estados Unidos toma posesión de Santo Domingo, en la bahía de Samaná se desarrollará una ciudad que atraería todos los comerciantes de La Habana, y será la más espectacular del Caribe.

Una gran cantidad de inversionistas cubanos querían migrar a Santo Domingo

El señor Fabens dijo que el Presidente de los Estados Unidos tiene una lista bien larga de los nombres de agricultores de plantaciones cubanos, quiénes están en contra de la esclavitud y de España, y están preparados para migrar a Santo Domingo con sus criadas libres tan pronto que ondea la bandera estadounidense en tierra dominicana.

República Dominicana y Haití en 1871, según Frederick Douglass

Frederick Douglass fue uno de los afroamericanos más celebrados en su época y todavía es recordado en Estados Unidos. En 1871 acompañó la Comisión de Estados Unidos para la Anexión de Santo Domingo por orden del presidente Ulises S. Grant. Visitó por varias semanas ambos países que comparten la isla y conoció de cerca las características de los dos pueblos.

Antecedentes de Frederick Douglass

He aquí un pequeño bosquejo de quién era Frederick Douglass.

  • Nace en 1818 y muere el 20 de febrero de 1895.
  • Nació como esclavo con el nombre Frederick Augustus Washington Bailey.
  • Se destacó como abolicionista, autor y orador.
  • Publicó «Narrative of the Life of Frederick Douglass. An American Slave» (Narrativa de Frederick Douglass: Un esclavo estadounidense).
  • Visitó Inglaterra porque simpatizantes ingleses les compraron su libertad.
  • Le pidió al presidente Lincoln un mejoramiento en el trato a los militares afroamericanos en las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos.
  • Se le encargó varios puestos importantes en el gobierno de los Estados Unidos.
  • Una de sus frases: «Averigua exactamente a qué un pueblo se somete sin rebelarse y tienes el grado exacto de las injusticias que se les impondrá a ellos«.

Declaraciones de Frederick Douglass

El 30 de marzo de 1871, el periódico neoyorkino The New York Times publicó el siguiente extracto titulado Fred. Douglass on Annexation and Mr Sumner (Frederick Douglass opina sobre la anexión y el señor Sumner).

Hoy el señor Frederick Douglass tuvo una reunión con el Presidente en la cual estuvieron presentes el secretario Robeson y el fiscal Akerman. En respuesta a las preguntas del Presidente, el señor Douglass dio su opinión de los dos países de República Dominicana y Haití. Dijo que, en su opinión, los dominicanos son muy superiores a los haitianos; que no hay un gobierno republicano en Haití y que allí hay una dictadura del carácter más opresivo. El señor Douglass expresó su desilusión con la postura del señor Sumner, pero dijo que tiene la esperanza que el señor Sumner cambiará de postura después que lea el reporte de la comisión. «Si después de eso el señor Sumner», dijo el señor Douglass, «sigue con la misma postura, voy a considerar díscola su postura y a él como el peor enemigo de la gente de color en este continente». El señor Douglass está muy a favor de la anexión, y posiblemente pronto dispondrá al público sus convicciones al respecto.

Una isla con dos mundos

La opinión del señor Douglass es la misma expresada por todos los extranjeros que visitaron a la República Dominicana y Haití durante el siglo XIX y comienzos del XX. Lo que más le impactó fue cómo en una misma isla pueden existir dos pueblos tan diferentes en cultura, organización, desarrollo y todas las demás cosas de una civilización.

Es increíble que siglo y medio después las diferencias entre República Dominicana y Haití se han profundizando mucho más y Haití sigue en su condición de atraso e ingobernabilidad. Parece que la dualidad tan fuerte en la isla de Santo Domingo tiene un trasfondo cultural que trasciende el tiempo y los esfuerzos por desarrollar a Haití nunca han sido suficientes.